Biden abandona la escena internacional de perfil y en silencio
El presidente estadounidense, Joe Biden, se despidió de los principales líderes mundiales en una gira en la que no contestó ni una sola pregunta a los periodistas, no dio grandes discursos y sus apariciones quedaron envueltas en clamorosos silencios, guiones sin fluidez y explicaciones técnicas de funcionarios que solo sirvieron para acompañar el ocaso de un líder que estuvo llamado a poner fin a la era Trump.
Pocos silencios son más clamorosos que los de un político de estatura mundial. Biden llegó la semana pasada a Lima para la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), para posteriormente dirigirse a su último cónclave de líderes del G20 en Río de Janeiro.
En ambos medía su protagonismo con el del presidente chino, Xi Jinping, y se enfrentaba a las preguntas sobre cómo se está apuntalando su legado antes de la llegada en enero del presidente electo, el republicano Donald Trump, que ha prometido revertir una parte de los logros de sus cuatro años de único mandato.
Biden pasó de puntillas por una APEC que representa al 60 % de toda la economía mundial, apenas dio declaraciones y en la reunión bilateral con Xi, la tercera y última de su presidencia, se limitó a unos breves mensajes que fueron complementados por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en un corrillo con un detalle y candidez que el presidente no ha vuelto mostrar desde su renuncia a la reelección en julio.
Algunos recordaban precisamente la cumbre de líderes de la APEC de Lima de 2016, en la que el entonces mandatario estadounidense, Barack Obama, llegó como presidente saliente y con Trump a las puertas de su primer mandato y explicó los puntos centrales de la transición y de la Alianza Transpacífica en una multitudinaria rueda de prensa.
En seis días de gira por Suramérica, Biden no contestó una sola pregunta de unos periodistas cansados de gritar para conocer su opinión de los temas centrales de sus dos últimos meses mandato.
"Técnicamente, contestó una", explicaba una periodista de la Casa Blanca, que se percató que tras el almuerzo de hoy con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió con un sucinto "pacíficamente" a la pregunta del corresponsal de The New York Times de cómo van a dirimir Washington y Pekín sus diferencias sobre Corea del Norte.
Cambio de ciclo
Biden hizo varios anuncios durante este largo viaje por la región para apoyar la reforestación, o las inversiones de economía verde, con un compromiso récord de 4.000 millones de dólares a instrumentos de financiación del Banco Mundial, pero la pregunta era siempre la misma: ¿Qué pasará con todo eso cuando llegue Trump?
Por si fuera poco, ambas paradas, en Lima y Río de Janeiro, se hicieron casi de manera simultánea con la comitiva multitudinaria de Xi, que viajaba con dos aviones 747 y que primero inauguró el mayor puerto de aguas profundas en Perú, gracias a la inversión del país asiático.